lunes, 12 de octubre de 2009

“Ardi” desbanca a “Lucy” - Noticias


“Ardi” desbanca a “Lucy” como primer antepasado

La revista “Science” dio a conocer el hallazgo que modifica la concepción de la evolución humana

“Lucy”, la africana que vivió hace 3.2 millones de años, dejó de ser nuestro antepasado más antiguo en la cadena de evolución de los primates; ahora se sabe que el primer antepasado del hombre es “Ardi”, otra africana de 120 centímetros de altura y que habitó en las zonas boscosas hace 4.4 millones de años, en lo que hoy es Etiopía. Los estudios señalan que los Ardipithecus ramidus tenían la habilidad de trepar en cuatro patas por las ramas de los árboles, al igual que lo hicieron algunos simios, pero al mismo tiempo la facultad de caminar erguidos, como los homo sapiens.
Los científicos dicen que este hallazgo modificará la concepción sobre la evolución humana. La revista Science dio a conocer ayer, desde Washington, un avance de los resultados de una investigación colegiada de 47 científicos de universidades y centros de investigación de todo el mundo, en el que se describe el entorno en el que habitaron los Ardipithecus, las partes específicas de su anatomía y los nuevos hallazgos sobre la línea de evolución entre los homínidos y los simios africanos. El informe completo estará disponible a partir de hoy.
Hasta ahora, “Lucy” había ocupado un lugar privilegiado en nuestro árbol genealógico, luego de ser exhumada hace casi 35 años en las colinas etíopes del Afar (el 24 de noviembre de 1974), y a cuyo fósil de homínido más famoso se le otorgó el título de ancestro más lejano de la humanidad.
En la investigación que se da conocer ahora, se señala que el último antepasado común compartido por humanos y chimpancés vivió hace seis o más millones de años. Aunque Ardipithecus no es el último antepasado común, probablemente compartió varias de las características de este antecesor.
Diferencias y semejanzas
“Ardi” es más de un millón de años más antiguo que “Lucy”, el esqueleto parcial femenino que pertenece a los Australopithecus afarensis.
A través de un análisis realizado a los restos disponibles de “Ardi”: cráneo, dientes, pelvis, manos, pies y otros huesos, los investigadores han determinado que tenía una mezcla de rasgos “primitivos” compartidos con sus predecesores, los primates del Mioceno y rasgos “derivados” que comparte exclusivamente con homínidos posteriores.
Sin embargo, varios de sus rasgos no aparecen en los simios africanos de la época moderna.
Por consiguiente, “una conclusión sorprendente es que es probable que los simios africanos hayan evolucionado ampliamente desde que compartimos ese último ancestro común, lo que convierte así a chimpancés y gorilas vivos en pobres modelos para el último antepasado común y para entender nuestra propia evolución desde esa época”.
“En Ardipithecus tenemos una forma no especializada que no ha evolucionado mucho en la dirección del Australopithecus. Por lo que cuando vas de la cabeza a los dedos del pie, lo que ves es una criatura mosaico, que no es ni chimpancé, ni es humano. Es Ardipithecus”, dice Tim White, de la Universidad de California Berkeley, quien es uno de los principales autores de la investigación.
“Con un esqueleto tan completo y con tantos otros individuos de la misma especie en el mismo horizonte temporal, podemos realmente entender la biología de este homínido”, señala Gen Suwa, de la Universidad de Tokio, paleoantropólogo del Proyecto y también uno de los principales autores de Science.
“Ardi” era una hembra que pesaba alrededor de 50 kilogramos y medía unos 120 centímetros de altura. Se trata de un esqueleto que fue encontrado en 1994 relativamente completo, al preservar la cabeza, las manos, los pies y algunas partes claves intermedias, por lo que en total, se tuvieron que ensamblar 125 diferentes piezas con la finalidad de realizar el estudio.

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