El origen de la frase “¡Aguas!” se remonta a la época colonial, donde no era común que las casas dispusieran de drenaje, por lo que arrojar el agua sucia desde los balcones a la calle era la forma más fácil de deshacerse de ella. Así se alertaba a los transeúntes, Gritando ¡Aguas! ¡Aguas!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario